Décadas antes de que hubiese Transantiago y antes de que existiesen las micros amarillas, herederas estas de los antiguos buses, se conoció el famoso “Trolebus”, sistema de transporte que a partir de la década del cuarenta popularizo el empresario dueño y director del Ferrocarril Eléctrico Santiago Oeste. Este transporte existió en la capital en tres periodos distintos, que incluye la última década del siglo XX.

Previamente a ello, emergieron de manera casi revolucionaria “Los tranvías”, que eran herederos de los primeros carros de sangre van a hacer su aparición en Santiago por el 1860, comenzando, paulatinamente su extensión a distintos sectores de la capital.

Este nuevo medio de transporte va a surgir impulsado por el creciente desarrollo e implementación de la energía eléctrica a fines del siglo y los primeros años del siglo XX y que, se comenzara a masificar en Santiago. Es así como “El 2 de septiembre de 1900, la Chilean Electric Compaña puso en funcionamiento el primer tranvía eléctrico de la capital. En tres años, Santiago ya contaba con 275 carros y 97 kilómetros de líneas férreas que cubrían la parte de la ciudad más densamente poblada. Así, durante más de medio siglo, los tranvías recorrieron las principales calles de la capital.

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Fuente: “Los tranvías de Chile”. Allen Morrison

En dicho escenario, los “tranvías” también circularon por las calles de la actual de la Comuna de Independencia, en entonces el lado norte de la Municipalidad de Santiago. Es asi, como en nuestra comuna, ya en 1910 existía el Tranvía “La Palma-Plaza” que partía en la Plaza de Armas, seguía por 21 de mayo, ribera sur del Mapocho, luego puente de Bandera y enfilaba hacia Independencia, concluyendo su recorrido en Nueva de Matte.

Al año siguiente, en marzo, la Compañía de Tranvías y Alumbrado Eléctrico (CET y L) en Chile inauguró un peculiar nuevo servicio en el sector norte, era un carro abierto, bastante sencillo, el cual transitaba desde la Plaza Chacabuco hasta calle Negrete. Entre dicho tramo el carro no cobraba tarifa alguna, por tal situación, le llamaron “El carro comunista”.

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El Carro Comunista en 1917. Fuente: “Los Tranvías de Chile 1858-1978.” Allen Morrison

Durante la década de los treinta el carro 36 cobra vida, este llamado “Matadero-Independencia” partía en Franklin, pasaba por Arturo Prat, Alameda, Ahumada, Garita de Mapocho y luego enfilaba por Avenida Independencia hasta la Plaza Chacabuco, daba la vuelta completa a la plaza, y se iba en la dirección contraria para luego regresar por Independencia, Bandera, San Diego y después Franklin. En el lugar donde en ese tiempo, estaba el famoso matadero ahora está también el famoso persa “Bio Bio”.

Este tranvía que iba de norte y sur, y también de sur a norte, era fundamental para que la gente de la Cañadilla (o de “Independencia les decimos ahora) conectase con el sur de Santiago. Gracias a este y otros tranvías, la Chimba no era una isla para el resto de Santiago, por mucho que la Chimba con sus cualidades y características culturales, por centurias fue una especie de mundo aparte.

Tranvía frente a la catedral metropolitana 1926. Fuente: Memoria Chilena.

Nadie que hoy pinte su cabello cano y tenga caminar cansino podrá olvidar la famoso época de los tranvías, por los cuales transitaban señores, señoras, niños, niñas, ricos, pobres, curas, comerciantes. Se llenaba por montones y hasta en el techo se subía la gente de repente. Lo único malo que tenía es que hasta los carros tirados por caballos a veces iban más rápido, pero en fin, eran tiempos más tranquilos, los tiempos en que la comuna tenía su vida de barrio.