El Dr. Orrego Luco el año 1884 enunció por primera vez la frase “Cuestión Social”, el sistema de salud basado en la caridad y el asistencialismo no daban abasto ante la situación de emergencia constante de la salud pública nacional: Chile ostentaba el triste record mundial de mortalidad infantil y cada año las pestes de viruela, cólera y tuberculosis hacían estragos, especialmente en los sectores obreros y populares. Las espaldas de los trabajadores sobre las cuales se construía el progreso de la nación estaban letalmente enfermas.
Dr. Federico Puga Borne primer director del Instituto de Higiene, Dr. José Joaquín Aguirre, presidente Consejo Superior de Higiene y Dr. Lucio Cordova, primer director del Desinfectorio Público. Fuentes Memoria Chilena y Museo Nacional de Medicina Enrique Laval.
El estamento médico-político decide tomar el toro por las astas y toman la voz en el congreso, el diputado y Doctor Federico Puga Borne lucha por la formación de una institución profesional y científica. En 1889 se forma bajo ley de la república el Consejo Superior de Higiene(como órgano consultivo del Ministerio del Interior), luego de la Guerra Civil, en 1892 se aprobaría la creación del Instituto de Higiene, poniéndose en marcha los planes de construcción del Desinfectorio Público. El Desinfectorio Público en 1910. Fuente Memoria Chilena
El 8 de diciembre de 1896 se inaugura en la calle Borgoño 1470 el Desinfectorio Público. Institución que evidencia el cambio desde las ideas de la salud como respuestas a las enfermedades, es decir un rol pasivo, a un rol activo por parte de la medicina nacional contra los males que aquejaban y ponían en peligro al pueblo. El edificio fue responsabilidad del ingeniero y arquitecto Carlos Donoso Grille, quien fue también miembro del Instituto de Higiene y se especializó en la arquitectura de edificios sanitarios. Al mismo tiempo se construye la plazoleta Francisco Bilbao (actual Plaza Pablo Neruda) y se abren Baños Públicos en la vereda contraria a la altura de Picarte, produciendo una transformación radical del entorno del barrio. Durante las ceremonias de inauguración en la que altas autoridades incluido el presidente de la república apreciaron el funcionamiento de las instalaciones y la estufa desinfectora GenesteHerscher (instrumento de última generación importado desde Alemania) se dio paso a la colocación de la primera piedra del edificio del Instituto de Higiene.
No es de extrañar que el edificio del Desinfectorio se instalara en la ribera norte del Río Mapocho, eran las puertas de la Población Ovalle, en la cual más de 10.000 personas vivían en Conventillos en condiciones precarias y de insalubridad. El Desinfectorio no solo era por lo tanto solamente un edificio, como indica el historiador Simón Castillo, era también un símbolo de la lucha de la ciencia moderna contra la enfermedad, del avance de la medicina sobre el espacio urbano en la frontera de la ciudad propia y los arrabales.
Desinfectadores en acción. Fuente Álbum gráfico del Instituto de Higiene de Santiago, 1910
El Instituto de Higiene se instala provisionalmente en la Quinta Normal y hacia 1903 se radica definitivamente en el edificio diseñado por el arquitecto Emilio Jecquier (quien también habría de diseñar la Estación Mapocho y el Museo de Bellas Artes) en Avenida Independencia número 56.
Palacete del Insituto de Higiene.Fuente: Museo Medicina Enrique Laval
La profesionalización de la lucha contra la enfermedad se materializó en la labor de los inspectores sanitarios y su trabajo de fiscalización, los desinfectadores y su guerra al adentrarse en conventillos y ranchos con sus químicos y la labor de los médicos del Instituto quienes investigaron, vacunaron y promovieron la educación sanitaria a la población. Esta titánica empresa duró 31 años hasta que la Junta Militar que sucedió al renunciado Arturo Alessandri decidiera inexplicablemente cerrar el Instituto el año 1924.